jueves, 9 de febrero de 2012

Tarea Crónica (semana 4)

La Vida dentro de la Locución     



Un día, comenzando el año, como espectadora  dentro del torneo juvenil de tenis más importante dentro del país, llega hablarme el director del torneo para desearme feliz año, y darme una noticia, que de acuerdo a mi carrera de estudio, me iba poner a trabajar como comentarista de estadísticas para cada partido en la televisión.
Yo, como buena tenista, y estudiante feliz de la vida, porque iba usar mis conocimientos, en un área diferente que nunca había experimentado, y iba ser conocida nacionalmente dentro de la televisión en el ámbito deportivo.

Pasaron los días, y llegó la hora de trabajar, un frío intenso con bastante viento, y yo deleitándome con los buenos partidos y concentrada en los errores y no errores de cada jugador, y organizando mi garganta para comentar que era lo que pasaba dentro de esa cancha, conforme terminaba cada set.

Empecé a comentar el primer día, y que nervios!!! se sentían dentro de mí; la garganta temblaba, y cuando anuncian mi nombre, yo no lo podía creer, hablando dentro de una cabina, para los televidentes de un canal con su programa favorito.


Mensajes iban y venían, sobre cómo me escuchaba, al principio nerviosa, y el habla trabada, pero después como si nada, siempre al natural, toda la semana comentando y la sensación que se sentía era inexplicable.

El tiempo fue pasando,  ya las finales se acercaban y eran menos los partidos que comentar, por lo que había que aprovechar cada momento de habla, ya que junto a periodistas, mucho se aprendía y el camino se abría para una nueva experiencia.

Último día de comentarista, fue lo mejor. Todos como amigos quedamos, y grandes periodistas conocí. Al final vino la locución, y terminó siendo una transmisión de televisión, para agradecer la oportunidad frente a los televidentes, y como una nueva cara que dar, y así en un futuro trabajar cerca a los medios de comunicación.

Una experiencia inolvidable, pero ¡qué pasará después!!!, ¿será que me volverán a llamar?, sólo Dios lo sabrá. Hay que esperar, ojalá y se los pueda contar... 

Continuará...         

No hay comentarios:

Publicar un comentario