viernes, 3 de febrero de 2012

Mensajes de Amor

Crónica hecha por mí          

Un día de éstos, estando de vaga en la casa, con un sin fin de quehaceres que hacer, llega a mi pensamiento el muchacho que me gusta, con el cual solo por mensajes se puede hablar, cuenta que viene de visita a la casa.

Me puse nerviosa, y me dije, -por dios, y ahora como lo trato?-; pensando que venía a visitar a mi papá, y no tanto a mí, decidí  pasar con ellos la noche, sin tratarlo tanto.

Durante la reunión, fue un vacilón, nos reíamos, y hacíamos feo entre todos, y nadie se daba cuenta de lo nuestro. Sin embargo, nosotros nos mirábamos y nos deseábamos, pero ni modo, de forma secreta.

Nos fuimos a cenar, y todo planeado, organizando yo la mesa, todo con tal de que él se sentara junto a mí, y juntitos los dos mirándonos indirectamente, deleitábamos la comida, y aprovechando el momento, nuestras piernas rozabámos.

Pasó el tiempo, y la reunión que era de escuchar solo el género de la salsa, fue convirtiéndose en karaoke, y nosotros felices cantando, y mensaje iba y venía, todo con tal de poder comunicarnos.
Al final toda canción que se cantaba nos pusimos de acuerdo que era dedicada a cada uno (en el caso de mí a él y  viceversa).
Tanto que cantábamos y todo, fuimos cambiando el ritmo, hasta llegar a lo más contemporáneo, que ya a los demás no les estaba gustando mucho, pero a nosotros como si nada nos pasara, disfrutábamos del momento, sin que se dieran cuenta de los nuestro.  

La noche fue pasando, y ya todos borrachos, se querían ir y nosotros felices de la vida, porque podíamos disfrutar el uno del otro, desde más cerca viéndonos, sin tener que usar mucho los mensajes de texto (solo en los casos de querer decirnos algo personalmente).

La noche pasó, y ya era la madrugada, todos se fueron yendo, y nosotros sin querer decirnos adiós, nos tuvimos que decir adiós, con la esperanza de que algo nuevo pudiera pasar, de forma repentina.
Al término de nuestra despedida, nos seguimos comunicando por el celular, queriendonos ver de nuevo, pero a escondidas, y como dos fugitivos, terminamos planeando nuestra escapada hacia el amor.

Ya todos fuera de  mi casa, y yo ayudando a terminar de recoger el desorden, nos vamos a dormir, y  en ese momento, suena un ringtone, el de mi celular que alguien llama, y es mi amigo que quiere verme, por última vez el día de hoy, para darnos el gran beso que nunca habíamos podido lograr.

Esperando que todos, estuvieran bien dormidos dentro de la casa, salgo de mi cuarto a escondidas, hago que voy al baño, me voy a las escaleras, las bajo, abro la puerta, y que miedo, todo me temblaba.

Imagínense lo que pasó después, logramos el beso de nuestras vidas, y lo disfrutamos montones.

Qué pasará después.........(continuará)   

No hay comentarios:

Publicar un comentario